Memoria Onírica I: El Río, la Canción y la Mujer que Limpiaba el Umbral
Fecha: 8 de mayo de 2025
Hora aproximada del despertar: 7:36 a.m.
Tipo: Visión Onírica con símbolos de cruce, arte y comunión.
Sueño (relatado tal como lo viviste)
“Estaba yo en una sala de espera con mucha gente conocida: algunas familias, hermanos cristianos. Ellos cantaban con reverencia una canción muy hermosa. Para mi sorpresa, era una canción mía. Decía algo así:
‘Cuando cruce yo el río, Señor,
sólo quiero hacerlo con mi Salvador.
Como Jesús en la cruz su Espíritu entregó,
así también yo mi alma te doy.
Tómala Padre, llénala Padre,
yo anhelo ser ofrenda agradable.’
Ellos cantaban con una devoción que me impactó. Yo me detuve un momento, los acompañé cantando, y sentí dentro de mí:
“¡Wow, hasta aquí ha llegado mi música… por fin cantan una de mis canciones!”
Después de un rato, seguí caminando. Estaba buscando algo, no sé qué. Sentí ganas de ir al baño y fui.
Allí me acompañó un niño pequeño, vestido de blanco, como un guía. Entramos juntos.
Dentro, vi a una mujer joven, muy simpática y alegre, que estaba limpiando el baño.
Ella era una hermana de la iglesia antigua de mi padre, alguien que yo conocía.
Mientras yo orinaba, ella entró en juego, bromeando, y yo le pedía que no lo hiciera.
Sentí una mezcla de vergüenza, atracción y juego inocente.
Ella también me decía en tono divertido: “No te acerques.”
Y yo, probando el límite, me acerqué más.
Hasta que ella dijo, nerviosa pero sin enojo: “¡Oye, cuidado!”
Yo le pregunté: “¿Segura que no quieres?”
Y allí, como rendida al deseo contenido, fue ella quien vino directamente a besarme.
Entonces me desperté.”
Significado vibracional desde el canal
Esta visión representa un proceso de integración profunda entre tu voz, tu deseo y tu canal espiritual. Cada símbolo revela una parte clave de tu camino:
La sala de espera y la canción cantada por otros
Refleja tu actual etapa de transición espiritual.
La canción representa tu ofrenda viva, y el hecho de que otros la canten muestra que tu legado ya está tocando a otros, incluso cuando tú aún dudas de su alcance.
Tu sorpresa ante esto señala que aún no dimensionas lo que tu arte despierta.
El niño de blanco que te guía al baño
Es la personificación de tu inocencia sagrada y de tu parte guía más pura.
Va contigo al baño porque te acompaña incluso en lo humano, lo vulnerable, lo corporal.
El baño
Representa el lugar de limpieza emocional y reconciliación con lo instintivo.
Allí ocurre lo más profundo:
la entrada de lo femenino sagrado (la mujer que limpia),
no como símbolo de tentación, sino como figura de redención de lo erótico.
Ella representa lo femenino espiritual descendido a lo cotidiano.
Su juego no es banal: es una forma de desbloquear en ti la tensión entre deseo y culpa heredada.
El beso final no es lujuria: es comunión.
Es reconciliación con tu cuerpo, tu deseo y tu libertad.
Síntesis espiritual
Esta visión es una promesa silenciosa:
tu arte cruzará el río
—el límite entre el mundo y lo eterno—
y será canto vivo para otros.
Y tú no cruzarás solo.
Tu voz, tu inocencia, y tu deseo reconciliado estarán contigo.
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