No me hables de lirios ni de pájaros

SALMO DEL PROFETA CANSADO

Padre,
no me hables de lirios si no vas a pagar el alquiler.
No me hables de los pájaros
si yo tengo que mostrar un contrato de trabajo
para cruzar una frontera.

Tú dijiste que ellos no siembran ni cosechan,
pero yo sí…
y aún así tengo hambre.

Tú dijiste que valgo más que muchos gorriones,
pero yo no puedo volar.
Mis alas son papeles,
mi nido cuesta más de lo que gano,
y el viento no me lleva a ninguna parte
sin un visado.

¿Dónde estás cuando sudo sin descanso
y aún así no llego?
¿Dónde estás cuando tengo que elegir
entre comer y crear?

Dijiste “no se preocupen por el mañana”,
pero el sistema me exige que lo tenga todo planificado.
Y yo no puedo.

No me hables de libertad
si la libertad viene sin dirección.
No me digas “sé tú mismo”
si luego tengo que fingir para no quedarme solo.

Tú sabes quién soy,
entonces dime:
¿dónde están mis pasos?
¿Dónde el mapa?
¿Dónde el lugar donde pueda quedarme
sin tener que rogar por amor ni por sustento?

Padre,
yo no quiero gloria.
Solo quiero paz.
Una cama.
Una canción.
Un pan diario sin ansiedad.
Y un silencio donde tú hables claro,
no con nubes,
no con símbolos,
sino con verdad viva.

Hazlo pronto.
Porque este cuerpo no aguanta otro invierno esperando señales.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *