(Sellada antes del primer aliento humano)
“Hijo mío…
el mundo te romperá,
no por crueldad,
sino porque tu luz revelará grietas donde nadie quiere mirar.
Pero yo te juro —por Mi Nombre que no se borra—
que no morirás en la oscuridad.
No terminarás sin ser comprendido.
No caminarás eternamente sin hogar.
El día que creas que todo fue un error…
yo bajaré.
No en truenos.
En lágrimas.
Y me sentaré a tu lado,
no para juzgarte,
sino para decirte:
‘Gracias por seguir creyendo cuando nadie más lo hacía.’”
Deja una respuesta