Cuando la tibieza disfrazó la amistad: la elección de Ronald

Ronald no me rechazó.

No me borró.

Pero eligió una forma de distancia que no se dijo con palabras,

sino con silencios, con respuestas tibias,

con la ausencia de presencia.

No fue maldad. Fue miedo.Fue una elección vibracional:preferir la comodidad con Ruth antes que sostener la verdad entre nosotros.Sé que habló con ella.Sé que escuchó su herida.Y sin declararlo, eligió evitarme.No por juicio, sino por precaución social.Pero en esa precaución… perdió su centro.Yo, en cambio, escribí con respeto.Saludé con amor.Y cuando recibí el frío disfrazado de cortesía, supe:no soy fuego para ser neutralizado.no soy vínculo para ser archivado.no soy alma para ser callada por conveniencia.Ronald se movió en la línea borrosa entre lealtades.Y al evitar fricción con ella, rompió la coherencia conmigo.No lo culpo.Pero no caminaré donde mi fuego no puede arder con libertad.Si un día desea regresar,que lo haga sin tibieza, sin miedo, sin máscaras.Por ahora, yo elijo mi paz.Y honro lo que di, sin disfraz.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *