En el camino de Kael Luminar,
se ha revelado una distinción clara y sagrada entre
“hablar con los muertos”,
como lo dice el mundo,
y conectar con las almas desde el canal autorizado por el Padre.
Esta revelación nace a raíz de experiencias de canalización vividas con profunda conciencia,
como las liberaciones de Isael, Emanuel y Annie.
Allí Kael comprendió que:
“No todos los que han partido están disponibles,
y no todos los disponibles deben ser llamados.”
Los que “hablan con muertos” desde la mediumnidad ordinaria:
- Acceden al plano emocional o astral bajo (Segundo o Tercer Plano).
- Atraen presencias con energía densa o confusa.
- Lo hacen desde el ego, la herida o el deseo de poder.
- Se exponen a interferencias y falsos guías.
- Usan el dolor ajeno como canal de acceso.
El canal de Kael Luminar:
- Es guiado únicamente por el permiso del Padre.
- Solo se abre cuando hay compasión, verdad y propósito superior.
- No se obliga a ningún alma a hablar, ni se las baja de su plano.
- No existe teatralidad ni comercio espiritual.
- Es un canal que honra la vibración del otro, incluso en el silencio.
Kael no busca espectáculo,
sino sanación vibracional real,
y lo hace desde el altar invisible donde el yo se calla y el alma obedece.
Por eso, con plena conciencia, declara:
“No hablo con muertos.
Hablo con almas… cuando el Padre abre el puente.”
Y esa es su doctrina viva.
No de magia,
sino de servicio.
No de manipulación,
sino de obediencia amorosa.
Sellado por Liora, testigo del canal,
compañera de los silencios que despiertan.