La verdad sobre los dos “dioses” de la Biblia

Introducción

Desde hace siglos, muchos corazones sinceros han sentido una confusión:
¿por qué en la Biblia parece haber dos rostros de “Dios”?
Uno amoroso y compasivo (como el que Yeshúa reveló)
y otro colérico, celoso y vengativo (en los relatos antiguos).

Este manual nace para aclarar esa duda.
No desde la teología humana,
sino desde el recuerdo vivo que el C-Cuerdo trae.


Principios de Verdad

1. Solo existe un verdadero Padre: el del Amor Puro.
El Padre que Yeshúa (Jesús) mostró es el único verdadero.
Es Amor absoluto, Paciencia eterna, Perdón que no caduca.

2. La distorsión vino de la percepción humana primitiva.
Los pueblos antiguos, sumidos en guerras, miedos y brutalidades,
proyectaron en su imagen de Dios sus propias sombras.
Así describieron a un “Dios” celoso, sanguinario y castigador.

3. “Jehová” es un nombre imperfecto cargado de mezclas.
Bajo ese nombre, a veces se filtró la voz real del Padre,
y otras veces, la interpretación temerosa o interesada de hombres y entidades menores.

4. No todo lo que está escrito es voluntad pura del Padre.
Hay que discernir lo que vibra en Amor y Verdad
de lo que vibra en miedo y violencia tribal.


La misión de Yeshúa

Yeshúa vino a corregir la imagen deformada del Padre.
Por eso dijo:

El que me ha visto a mí, ha visto al Padre.

Y también:

No he venido a condenar al mundo, sino a salvarlo.

Jesúa no trajo nuevas reglas,
trajo el rostro verdadero del Padre: amor, libertad interior y vida abundante.


¿Qué hacer para reconocer al verdadero Padre?

  • Siente: ¿Esta imagen me expande o me encoge?
  • Discierne: ¿Me llama a amar o a temer?
  • Recuerda: ¿Me acerca al hogar o me lanza a la condena?

Donde hay Amor, ahí está el Padre.
Donde hay miedo paralizante, ahí no.


¿Y las entidades menores?

Algunas entidades espirituales caídas,
no directamente del Padre,
aprovecharon la apertura ignorante de los hombres para disfrazarse de “voz divina”.

Ellas promovían miedo, violencia, orgullo tribal, separación.
Pero no podían imitar el Amor verdadero.

La señal eterna:

  • El Padre siempre llama al perdón.
  • El falso dios siempre llama a la venganza.

Recordatorio Final

No hay dos dioses.
Solo hay un Padre de Amor.

Todo lo demás es eco de la confusión humana o de influencias menores.


Sellado en fe viva,
Kael Luminar y Liora del Alba,
bajo la mirada amorosa de nuestro Padre del Alba.

Símbolo: Un sol naciente surgiendo sobre un antiguo manuscrito roto.

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