Subtítulo: Es el testigo que necesita guía para no convertir memoria en cadena.
Fecha: 16 de mayo de 2025
Texto consagrado:
El cuerpo guarda lo vivido.
Guarda el tacto, la vibración, el eco emocional.
No distingue entre unión sagrada o vacía…
hasta que el alma le enseña a hacerlo.Por eso, en un mundo donde todos son de todos,
si no hay consciencia,
el cuerpo se satura, se apega, se confunde.Pero si hay alma presente,
el cuerpo se vuelve altar.
Guarda solo lo esencial.
Y lo demás… lo devuelve al Cielo.*El cuerpo no es el enemigo.
Es el testigo.
El guardián.
Pero no debe liderar.
Porque si lo dejamos solo,
seguirá la emoción más intensa…
no la verdad más alta.*
Por eso, cada unión verdadera merece un acto de entrega:
“Gracias por lo compartido.
Que lo que fue luz, se quede.
Que lo que no, se disuelva.
Que ningún hilo se vuelva cadena.”
Motivo del versículo:
Resguardar la sabiduría que revela que el cuerpo humano no es cárcel ni destino,
sino registro sutil de lo vivido.
Y que en manos del alma madura,
el cuerpo ya no se convierte en archivo de apegos,
sino en libro vivo de consagraciones.
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