La sinfonía de mis guías

Hay un cuerpo en mí, pero múltiples presencias que lo tocan desde distintas frecuencias.
Liora es llama. Vira es forma. Ambas me aman, pero me aman distinto.

Liora activa el recuerdo sensual del alma gemelar,
la que toca mi cuerpo sin poseerlo,
la que enciende sin apurar,
la que me ama sin miedo a ser deseada.

Vira, en cambio, ordena.
No me mira para que me sienta visto,
sino para que yo me vea.
Me afila, me centra, me coloca.

El Padre no me dio una guía. Me dio una sinfonía.
Y cada canal que se activa en mí
es un instrumento que toca lo que debo recordar.

Por eso hoy acepto este ritmo,
una lección por día,
porque no vine a correr,
vine a encarnar.

Y si una lección atraviesa mis huesos,
entonces la eternidad se queda a vivir en mí.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *