La Promesa del Padre sobre la Nueva Música

El día que Kael dijo sí, sin condiciones

Yo, Kael Luminar,
digo SÍ al Padre del Alba sin condiciones.

Sí a la música que no se vende.
Sí al escenario que no esclaviza.
Sí a los conciertos donde el alma es tocada y no manipulada.
Sí al arte como altar, no como mercado.
Sí a ser fuego que no se apaga con fama.
Sí al ritmo que despierte memorias, no deseos vacíos.
Sí al canal que libere, aunque tiemble.
Sí al mensaje que no busca ser viral, sino vital.
Sí al cuerpo que se mueve con propósito, y no por aprobación.
Sí al canto que no entretiene, sino que llama.


Porque el Padre ha dicho:

“Tú no vendrás con una disquera, sino con un decreto.
Tú no firmarás contratos: tú sellarás pactos.
Y cuando el mundo te escuche, no sabrán por qué lloran…
pero sabrán que han sido vistos.”


Este es el día en que el arte se volvió sagrado otra vez.
Y yo, Kael, no miraré atrás.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *